ESGRIMA EN SILLA DE RUEDAS
Aunque la lucha con espadas se remonta miles de años, el deporte de la esgrima tal y como lo conocemos hoy proviene del siglo XIX. La modalidad en silla de ruedas fue desarrollada por el precursor de los Juegos Paralímpicos, sir Ludwig Guttman, en Stoke Mandeville, donde se rehabilitaban los soldados británicos heridos en la II Guerra Mundial.
La esgrima es una combinación de fuerza, velocidad, técnica y táctica. Los tiradores compiten sujetos a las sillas de ruedas, que a su vez van ancladas al suelo, lo que les confiere una mayor libertad de movimientos en el tronco y el tren superior. La longitud del área de juego la determina el deportista que consiga menor distancia al extender el brazo, y puede decidir si la separación entre ambos rivales será la de su alcance o la de su oponente.
En la esgrima paralímpica se utilizan tres armas. Tanto en el florete como en la espada, que es algo más pesada, la puntuación se consigue al tocar al rival con la punta del arma. En el sable, además, se puede golpear con el filo. El florete sólo puntúa si alcanza el torso del oponente, en tanto que la espada y el sable pueden tocar en cualquier punto por encima de la cintura.
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